Tips de belleza

Actrices como Rachel Weisz o Siena Miller ya han caído rendidas a los encantos de la cosmética tradicional marroquí, que lejos de verse relegada por los grandes laboratorios, se mantiene entre los gustos de las consumidoras debido a la fuerza de sus propiedades naturales.

El aceite de argán, la henna, el jabón negro o el rhasul blanco y verde, nombre por el que se conoce a unas arcillas muy ricas en sales minerales, llegan poco a poco a Occidente de la mano de las grandes marcas de belleza internacionales, que han contribuido con sus investigaciones a aprovechar al máximo sus posibilidades.

De entre todos ellos, uno corona por mérito propio la lista de los más deseados: el aceite de argán, muy rico en vitamina E y al que su sobrenombre de oro líquido marroquí hace honor a su potencia regeneradora y nutritiva, tanto para el cabello como para la piel.

Karim Azizi, responsable de una de las cooperativas marroquíes que lo producen, APIA, explica que utilizado sobre el rostro es un excelente antiarrugas, mientras que al cabello le aporta luminosidad y suavidad, cuando se aplica a modo de mascarilla, una media hora antes de lavarse el pelo.

No son pocas las famosas que lo han descubierto, y en la última gala anual del Museo Metropolitano del Traje, celebrada en Nueva York el pasado mayo, Siena Miller, Rachel Weisz o Claire Danes lucieron una cabellera perfecta gracias a tratamientos capilares de la marca Moroccanoil, basados en ese aceite.

Los secretos de belleza de las marroquíes, no obstante, no acaban en ese producto estrella: el rhasul blanco, de efectivo poder absorbente, sirve de base para una mascarilla elaborada con agua de rosas o de limón, que libera a la epidermis de las impurezas y ayuda a desincrustar los puntos negros.

Por su parte, el rhasul verde es más apropiado para el resto del cuerpo y del cabello, y según las recomendaciones de APIA, basta elaborar una pasta con agua de azahar y dejarla actuar durante diez minutos, para estimular la regeneración celular y sanear el cuero cabelludo de los cabellos grasos.

Asimismo, el jabón negro, un artículo que no puede faltar en toda sesión de baño árabe que se precie, se elabora a partir de extracto de aceitunas negras, muy graso pero con cualidades hidratantes y suavizantes, que preparan la piel para una posterior exfoliación.

Por Marta Garde.
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