6 consejos para una adecuada higiene ocular en la piscina

La piscina en invierno cobra mayor protagonismo, mientras que la playa queda relegada a un segundo lugar. Aunque pensemos que el agua de la piscina es mejor o más sana que el agua del mar estamos equivocados. Como curiosidad y si nos sumergimos en una piscina con cloro nuestro cuerpo absorberá más cloro y productos antisépticos que los que absorbemos bebiendo agua del grifo durante una semana. Precisamente por esto necesitamos tomar  precauciones y proteger nuestro cuerpo de agresiones externas, sobre todo los ojos, una de las parte más delicadas y vulnerables.

¡Evita las infecciones! 

Cuidar nuestra higiene ocular es la clave para disfrutar de buenos momentos en el agua. El Dr. Carlos Laria, Director de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismos del Hospital Vithas MEDIMAR Internacional de Alicante, nos ofrece estos sencillos consejos para que nuestros ojos no sufran en la piscina. Mantén una óptima higiene ocular y ¡evita las molestias!

El Dr. Laria destaca dos factores a tener en cuenta en la piscina: Por un lado evitar el riesgo de que nuestros ojos se irriten por sustancias que se encuentren en el agua y por otro lado evitar que seamos nosotros mismos esa fuente contaminante.

Como todos sabemos para mantener una piscina en condiciones el agua tiene que contener cloro, el cual si bien es necesario para mantener el agua limpia de impurezas y sin riesgo de infecciones, al mismo tiempo es un agente irritante para nuestros ojos, piel y en general vías respiratorias. Por eso es importante que el agua haya sido debidamente tratada siguiendo controles adecuados para evitar los problemas que un tratamiento inadecuado nos pudiera causar, especialmente irritación ocular, picores, etc. También debemos considerar que a veces sobretodo en recintos cerrados esta irritación por los productos antisépticos se acrecienta en el ambiente, lo cual hace que el aire del recinto deba disponer de mecanismos de renovación con cierta frecuencia, o al menos que ventilemos con cierta periodicidad el aire ambiente.

6  consejos para una adecuada higiene ocular

Gafas de buceo: las gafas de buceo pueden ser de gran utilidad para evitar cualquier irritación en nuestros ojos, causadas por las impurezas que pueda llevar el agua y/o el aire.
Ducha: es importante no ser nosotros los causantes de la irritación o contagio en el agua, para ello siempre antes de entrar en la piscina deberemos realizar una ducha previa, pues así evitaremos añadir al agua restos de suciedad depositada en la piel o en la cabeza, cremas o sustancias de cosmética, etc. Pues esto son factores añadidos que se disuelven en el agua y pueden afectar al resto de personas, incluidos nosotros mismos.
Gorro: el gorro de baño disminuirá el riesgo de diluir en el agua productos de higiene personal cosmética como colonias, champús o jabones para el pelo, etc.
Servicios: una medida higiénica básica es enseñar a los niños que deben hacer uso de los servicios de la piscinas antes de bañarse, para evitar que la orina se mezcle con el agua, otro potencial irritante para nuestros ojos.
Enfermedades: si padecemos una enfermedad potencialmente contagiosa lo mejor es evitar hacer uso de piscinas hasta que el problema no esté resuelto, así evitaremos los riesgos de contagio.
Gotas: Debemos tener en cuenta que a pesar de todos los cuidados y tratamientos del agua, existen bacterias que no son eliminadas por el cloro, por lo que tendremos que ayudarnos de medidas de protección adicional y para ello nada mejor que acostumbrarnos a darnos una ducha tras acabar el baño e igualmente a lavar nuestros ojos mediante la instilación de unas gotas de lágrimas artificiales o suero, con lo cual ayudaremos a eliminar los posibles irritantes o agentes bacterianos y víricos que queden sobre la superficie de nuestra piel y de nuestros ojos.

En resumen, si acudimos a piscinas donde tengamos constancia que el agua ha sido debidamente tratada y se cuida el entorno, seguimos unas medidas higiénicas básicas en sociedad, tenemos precaución de ducharnos antes y después del baño y empleamos medidas de protección como gorros y gafas de buceo y además utilizamos las lágrimas artificiales tras el baño, seguro que podremos disfrutar de nuestras piscinas sin riesgos añadidos y pasar un buen invierno.

¡No más ojos rojos! Tru-c-onsejo:

Si las gotas de lágrimas artificiales o suero están frías (puedes conservarlas en el frigorífico de casa), tendremos un efecto descongestivo añadido que eliminará de forma natural esa molesta rojez de los ojos que en ocasiones  se produce a pesar de los cuidados anteriormente mencionados.

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